La mañana, enorme dentro del mundo, parecía un animal enorme y enroscado sobre sí mismo. Pablo salió del coche tambaleándose y adolorido, pero aparentemente ileso. Caminó un par de metros y enseguida se detuvo. Luego continuó caminando mucho más tiempo.
En realidad no le importó verse muerto dentro del vehículo.
En realidad no le importó verse muerto dentro del vehículo.
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